miércoles, 3 de junio de 2020

MI CANTO DE DESCENSO



Los ojos de la bestia me contemplan,

los ojos de mi hermano asesinado.



Y voy por esas calles de abandono

donde el agua resuena sordamente,

donde existen l.as sombras y los gritos

y dulces prostitutas, que gimen como pájaros

en sus blancas ventanas arrugadas.



Hay manchas de sangre en las paredes rotas

y verdes obstáculos de tibia ceniza

que surgen repentinos.



Los ojos de la bestia contemplan mi silencio,

mi desgraciada busca, mis manos destrozadas,

las telas que recubren mi música perdida

y este rumor lejano que cae

desde la noche sobre mi boca muerta.



Hay manchas de sangre en los rincones sucios

y un gran lamento en donde el sueño insiste

y en donde insiste el odio y el cambio desolado.

Hay casas quemadas por el llanto

y adolescentes ciegos clavados en sus puertas

que no u cierran nunca y que siempre están cerradas.

Y voy por esas calles que la muerte moja

con mis rosas amargas y sonámbulas.

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