El verdadero mar es negro con plantas grises
y está lleno de sombras oscilantes. Su fondo
perforado es un plomo que ha perdido los signos.
El verdadero mar es negro.
[...]
Subí por la escalera. pero hacia abajo.
[...]
Encontré una gran piedra gris y le dije:
Tenemos que resucitar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario