martes, 2 de junio de 2020

A la Plaza de Medinaceli

Cercado espacio, cubo prisionero

de la piedra que ciñe tu medida.

¡Qué exacta dimensión estremecida

traspasada de gozo marinero!

 

En tu grave recinto el cielo entero

se hace palio de luz desvanecida,

y abre el viento su ruta desmedida

sobre el próximo mar: alto sendero.

 

Tu Almirante ceñido de armadura,

grácilmente cubierta por el manto,

da lección de actitud fuerte y erguida:

 

Guerrero centro de tu arquitectura

y pienso, recorriéndote, que tanto

tendría que centrar, regir mi vida.

 


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