El fuego es necesario como el agua
lo maldito nos pide que le abramos
las puertas
¿ Quién nos llama
cuando una joven gris se nos
acerca
con los caballos blancos por el
humo?
Su rostro de invisibles
cicatrices grita.
No podré sollozar cuando se aleje
la roca en que levanto mi
negrura.
Sin ojos y sin boca no podré
sino mover las alas rojas, luz
Siempre en lo tenebroso me
detienes,
hacha.
[...]
Todo en [a soledad es de demonio.
Necesito el infierno para verte
Escrita en las puedes de una
casa deshecha
en miles de años con su sombra
grabada
en un basalto que respira,
Y tus cabellos verdes que
parecen áureos.
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