miércoles, 3 de junio de 2020

DE ORFEO (1970)


Como un lago de sangre y de mercurio

tu luz se me aproxima desde el monte

partido en dos mitades por tu imagen.

 

Tu sexo de dragón se precipita

desde la negra roca del sepulcro

hacia las avalanchas de la vida,

 

Pero sólo es un sueño de colores,

con una tierra azul, un mar dorado,

ríos tornasolados hacia el fondo.

 

Tus  brazos gigantescos se separan

de los contornos que, del horizonte,

bajan a los diamantes de rus días.

 

Tus  muslos de color  de sacramento

teñidos de escarlata y de oro rosa

oscilan en espacios disidentes

 

 

Y de tu muerte brota un surtidor

de fuego amarillento que respira

a través de un gemido milenario.

 

 

Y:a no recuerdo nada de tus dulzuras pétreas,

ni sé cómo era el grito de tus fuegos vivientes.

 

Ya  no puedo acordarme de la caverna roja,

de la caverna negra, de la caverna blanca,

 

Ya no sé si los cielos están bajo la tierra,

ni recuerdo el vagido de las olas de encima.

 

Ni reconozco  el tacto de los tallos

que crecen hacia la verde sombra

de las profundidades.

 

Ya perdí la corona con que me coronabas,

las llamas y las rosas y el rumor de rafees.

 

Ya  no sé si mi sangre vertida era tu tormento,

ni si de lo sublime llovían  las violetas.

 

Ya no recuerdo nada de tu basalto blanco

ni de tus precipicios de tersuras titánicas.

 

Ya no recuerdo el sueño de tu dorado vientre

donde suave crecía  trigo carbonizado.

 

Ya no recuerdo el orbe de tus montañas ávidas

irguiéndose tan cero que aplastaban mi espíritu.

 

Ya no recuerdo nada. Perséfone, y me alejo

hacia d helado filo de una espada desnuda.

Mi máscara es fa lira: yo mato cuando canto

aunque esa muerte sea también mi propia muerte.

 

 

Dejando deshacerse lo que en mí es árbol.

catarata, sol, pantera, empiezo a comprender mi claridad.

 

 

Ni siquiera la pálida amatista puede significar

lo que abandono al borde de la llama de mí mismo.

 

Ni  un cerco de diamante, ni de azul celeste

se aproximan a quien arde donde el espacio ignora dimensiones.

 

Si fui crucifado no me acuerdo, ni si me mutilaron previamente.

Nadie puede llegar a donde estoy

 

Pasaré por la muerte como luz,

y como sombra. paso por la vida:

Cristal  de los cristales encendidos.

 

 

Dejé todos los valles de las vidas, dejando las caricias con las manos.

 

Cordillera de rosas canta. y sírveme de apoyo.

 

El  mar es un pedazo de cristal

bajo mis alas negr.as como el ciclo.

 

Ya me olvidé del cuerpo y del color

de las praderas suaves y humeantes.

 

La luz es solamente la belleza.

 

Mi lira está esperando en la galaxia

y las flores devoran los volcanes.

 

Cordillera de hielo canta y sírveme de apoyo.

 

¿No ves que soy tu dios

y me dirijo a mi ciudad de hierro transparente?

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