martes, 2 de junio de 2020

PAISAJES (1945)



Veo un paisaje completamente azul del que desciende un gran calor sobre mis sienes. Grandes vacas se pasean dulcemente por el horizonte. Hay una casa blanca que no tiene puerta.. En el umbral, una muchacha desnuda me sonríe.



He vuelto hasta mi casa negra. Toco mi propia mano. Las piedras me reconocen, todo es mío en este mundo. Una soledad sin sexo me rodea y me aprieta como b. arena su espesa materia.

¡Qué triste es estar muerto en el fondo de un bosque!



Yo afilo mis ojos con la paciencia del esclavo. Pero el dolor que desnuda mi mirada va entenebreciendo los ámbi1os de este mundo. Cuando mis ojos sean divinos, estaré rodeado por el Caos.



A una hora de una noche del Invierno, iodos los campesinos miran por el brocal de sus pozos. Aún recuerdo el tembloroso crujido de aquellas hojas resecas. La tarde tenía el color rosado de la lepra y fue a sentarse en la blanca llanura. Todo el oro no bastaba para cubrir la boca lacia del rey muerto. Sollozaron los obeliscos emocionantes.

¿A qué universo de inmovilidad furiosa perteneces, oh momia?

Sus miradas eran como rosas quemadas. tal vez restos de un jardín incendiado.



He sido Odiado, como se odia a los: pequeños pájaros. En el centro del Invierno, hay una plaza, donde un sol triste ílou sobre los juguetes rotos.

Entre esos muñecos de trapo, entre esas figuras de palo o de plomo hay una máscara de barro vivo. Esa máscara también está rota, era la cara lejana de mi querida madre.



La muerte es solamente un cambio de horizonte.

Una mujer pasaba por la llanura inmensa. Iba envuelta en amplios ropajes

escarlatas. Desde un pozo absolutamente seco, yo oigo las trompetas lejanísimas.

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