Diosa,
mi relación contigo no es de cielo,
mi relación contigo no es de amor,
mi relación contigo no es de fiel.
Me aparte de tus fúnebres encantos
y de las seducciones de la tumba,
y del encaje negro que recubre
la desnudez del cuerpo de la tierra.
Diosa,
me aparto de tus ojos de serpiente,
me aparto de tu boca de cenizas,
me aparto de tu vientre de oración.
Yo todavía soy de oscuridad.
Tus capas disonantes me recubren,
pero las hojas blancas del ciprés
me llaman.
No hay comentarios:
Publicar un comentario