Carbón del deshilado
velo de los cabellos en
sortijas.
Estrellas de carbón en los
espejos,
carbón de los carbúnculos
ocultos.
El ávido marfil que le servía de carne se
alejaba
por una playa enorme bajo el
humo del molok.
El peso de las manos en la luz
abría la belleza dominando
las rejas de la nada.
Espejos de carbón sobre el
marfil
amaneciendo apenas.
El tumulto cerraba los umbrales
sepultados.
Los muslos en la muerte,
la mirada escrita en las arenas de la playa sin
mar.
Estrellas de carbón en Ju
estelas
en que triunfa la noche sobre el
día.
Los del cielo balidos terminaron. La casa lejanísima
lloraba:
sólo era transparencia de erras
ruinas.
Transparencia de nieve y de
carbón,
de niebla y de basalto,
sobre el temblor inerme en el
que yo
me parezco a Cartago.
Y la doncella estaba donde fui
y donde y2 no quedan
inscripciones
entre los blancos muros de
carbón.
Fueron tantas las cruces, l
las hogueras, M'Nerca.
Y el ávido marfil que le servía
de carne se alejaba como un
alma.
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