martes, 2 de junio de 2020

SUEÑO ONÍRICO

Ella, muy pálida, absolutamente silenciosa, avanzó rápidamente entre los fieles

que respetuosamente abrían paso. En medio del silencio más absoluto, yo "sentí"

que la esencia de un espíritu religioso se iba adueñando de mí, y para solucionar

la última duda, fue para lo que me aproximé a la resucitada, haciéndole la

terrible pregunta con la que he empezado mi relato:

¿Eres verdaderamente cartaginesa?


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