martes, 2 de junio de 2020

A la que renace de las aguas



Las huellas de tus dedos

no se ven en las torres.



Pero yo leo sin descanso,

en la soledad de la ermita junto al mar

los antiguos signos

en donde tú estuviste hacia el año mil,

por los bosques, los pantanos,

las ramas y las hojas, la arcilla pisada.



Dentro del corazón está la muerte

como una runa blanca de ceniza.



Acércate por el campo blanco

o por el verde campo o

por el campo negro, pero ven.




Detente ante la tumba

donde los dos estamos.



* * *

Este sonido triste que solloza

es mi espada románica que piensa.

Mi corazón oscuro la acompaña.



* * *



Yo soy un ser humano a pesar mío.



El espacio plateado de mi espíritu

penetra en el espacio gris del mundo.



¿Hasta cuándo?



* * *

Las hierbas son tan rubias como tú

lejos de la ceniza que me aleja

para siempre sin hierro.



La muerte es el pantano de las cruces,

Bronwyn.



* * *

Alucinante luz en que la luna

une la encina blanca desde el cieno

al cielo donde el hielo resplandece

azul en un silencio alucinado.

Bronwyn,

enciende la llanura con tu voz.



* * *

Que las orquestas ciegas del martirio

acaben con los bosques, y los fuegos

de este incendio final, sacramentario.



Bronwyn,

si no puedo ser tú, si no podemos ser ángel,

¿por qué la niebla es gris sobre el mar gris?



* * *

Piedras como rodillas tibias,

hierbas como cabellos rubios,

cielos como brazos de cielos.



Nace el amanecer como lo negro.

En las miradas siempre vuela el nunca.



* * *

Las ruinas de las runas en la roca

hablan de que yo estuve en este mundo,

donde el mar y la tierra de las nieblas

se funden y confunden.



La vida era una ausencia inagotable,

un laberinto de serpientes grises,

un pantano de rosas tenebrosas.



* * *

La cruz de las hogueras se ha deshecho,

las ruinas de las joyas se estremecen.



Se acerca el cementerio con los ojos

inundados de lágrimas.



* * *



Toma mi oscuro anillo inmemorial.



Mi armadura deshecha se deshace

y de sus mallas muertas salen fuegos

azules, Bronwyn; puedo verlos, tiemblan.



Tiro el guante de hierro, soy tu siervo.

El mar que me acompaña por un mar

de sombra se deshace en el vacío.



Estoy cansado de estar muerto y ser.



* * *



Remolinos de cielos y de océanos

de incesantes distancias funerales.



El centro es lo lejano, y es allí

entre espirales grises y plateadas,

donde acaso la cruz es una cruz,

el cruce y el encuentro.



El centro es el lugar donde la imagen

habla desde su doble transparente.



* * *



Por el bosque del tiempo la noche del espacio,

el errar de mi busca, la boca de mi incendio.

En tus ojos, cayendo, un mar gris se levanta.

Lo espantoso es sencillo y está siempre muy cerca.



* * *

Bronwyn;

es un mar de ceniza, está subiendo.

Nuestras alas no existen por la noche.

La cabeza es de cera,

los ojos son espacio.



Te dejo entre los árboles del mundo

y este coro de gritos que persigna

mi estatura maldita.



* * *

Muerdo los sentimientos en el muérdago.

Mi espíritu está solo entre las hierbas.



Los demonios me buscan por los campos,

se disputan mi espada, mi armadura,

mis manos, mi cabeza, mis entrañas.



Mis hogueras de hierro se amontonan

y mis restos oscuros aún humean.



Me acaban de matar,

miro hacia donde vi tu aparición

hace mil años ya; pero la sangre

aún sale de mi boca.



* * *



Bajó el cielo a la tierra

y no era transparencia, era distancia.



Era un cristal de acero separando lo unido.

Se perdieron las olas de los ojos

las flores de una cima donde un cuerpo era sólo.



El cielo exterminó las claridades humanas.

De su luz emanaba un absoluto

desasirse de todo lo tangible.



La pérdida nació como una piedra negra.



* * *

Se acercan las doradas procesiones

que grabarán mi cuerpo en una losa.



Déjame contemplarte todavía,

mientras mis ojos cambian de función

convirtiéndose en música azulada.



Bronwyn, el horizonte es una casa:

(la imagen incendiada de una casa).



* * *



Nunca he tocado nada de lo que tú eres.

Estás como una idea en un instante puro.

Clara en tu firmamento de firmeza blanca.

Desnuda Bronwyn, llámame, ya voy; caigo.



* * *



Mi espada transparente te bendice

x galáctica en el lago, luz,

pradera de cristal inesperable:

Bronwyn inmaculada, incensario.



* * *

La tumba es de carbón azul, la tumba

es como un cuerpo sonrosado y vivo.



Hic jacet.

Una espada sin nombre está parada

ante la puerta blanca del invierno.

* * *

Mensajera del más allá, tú vienes

con forma de mujer, pero el abismo

se cierne junto a ti tan dulcemente.



Bronwyn,

constelaciones pálidas esperan

en medio de otros cielos con tu luz.



* * *

Bronwyn, mi corazón,

si nunca has existido eres posible

porque la realidad es muerte viva.



Bronwyn, mi corazón,

tócame con tu nada y con tu nunca.



* * *

No siendo estás aquí junto a mi centro

de hierros desatados,

de distancias dispersas como el humo.



No siendo eres tan mía como yo.

Más mía, pues tu luz sobre mi niebla vive.



* * *

Es tu dorada luz, aire lejano

lo que viene a los verdes arrecifes.

Dame la mano, Bronwyn, alejémonos del mar.

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